Tras más de 35 años de trabajo en la empresa, Eduardo Juan Baño Palomino anuncia su jubilación y deja su trabajo en manos de su hijo Eduardo Baño Martí.
“Irme no será fácil. Después de más de 35 años de trabajo, me jubilo de Gestión de Termoplásticos”
Irse de la empresa a la que ha dedicado gran parte de su vida no es fácil, sin embargo, se marcha tranquilo sabiendo que Gester se queda en manos de su hijo Eduardo, quien ha estado trabajando y aprendiendo junto a su padre durante los últimos 20 años.
“Todos ustedes saben que mi hijo Eduardo Baño Martí ha estado trabajando conmigo durante los últimos 20 años y siento que él está muy calificado para asumir las responsabilidades de mi trabajo, tengo una gran confianza en mi hijo”.
Gran parte de las Pymes españolas son empresas familiares
El 85% de las pequeñas y medianas empresas de España son empresas familiares. Surgen como fruto del esfuerzo, el trabajo duro y la ilusión de varios componentes de una misma familia que trabajan juntos para poder formar un negocio prospero.
Eduardo dedicó todo su esfuerzo e ilusión, noches sin dormir y una gran cantidad de horas dándole vueltas a diferentes ideas para llevar a cabo un sueño que por fin se hizo realidad. Para él fue prácticamente como criar a un hijo más, ha ido viendo durante años como crecía y evolucionaba hasta llegar a ser la empresa que es hoy en día.
“Es casi como otro niño pequeño que he criado, he visto crecer a mi hijo y a mi empresa a la vez, se han desarrollado, ahora que ya soy mayor, tengo que dejar que continúen los dos solos…”
El momento de una nueva etapa
Ha llegado el momento de retirarse y que la nueva generación sea la que se encargue de trabajar y de seguir haciendo crecer la empresa. Los clientes han ido aumentando a lo largo de los años, han tratado con Eduardo y han establecido lazos de amistad con él. También han visto crecer el taller y a su hijo, con el que ahora tendrán que tratar y darle la misma confianza que tenían con su padre tras tantos años de trabajo.
Eduardo Baño Martí ha trabajado duro junto a su padre, pasando por todos los puestos de la empresa para entender mejor la importancia y necesidades de cada uno. Esto le ha dado una formación completa, que le permite entender a la perfección a los trabajadores y a los clientes.
Esta sucesión proporcionará múltiples ventajas, facilita la continuidad de la empresa gracias a la planificación progresiva de este nuevo rol y abre las puertas a su desarrollo en el futuro. Eduardo Juan Baño Palomino se despide y deja paso a su hijo, sabiendo que no es un adiós para siempre, ya que seguirá siempre presente en la empresa.
“Voy a extrañarles todos, pero no se preocupen; ¡me verán de nuevo! Voy a hacer visitas varias veces al año. (Risa…)”